viernes, 6 de enero de 2012

Entrevista a Bilko Cuervo, director cubano de videos musicales




Carlos Eduardo Castro Maristany 
(Tomado de Cuban Art News) 

Con 32 años, el holguinero Bilko Cuervo ya ha dirigido más de 150 videoclips musicales en Cuba y ha participado en la realización de otros 100 como director de fotografía y/o director de arte. Cuervo, quien es graduado del Instituto Superior de Arte, de fotografía en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba, y Máster en Publicidad en la Universidad Central de México, ha obtenido desde el año 2003 más de 14 galardones en los Premios Lucas, uno de los eventos audiovisuales más populares en la isla. Calificado ya de “autor” por su peculiar visión, ha trabajado con los más importantes músicos cubanos de casi todos los géneros, así como de Jamaica, República Dominicana, España y Estados Unidos. Es también Embajador de Buena Voluntad (2010) de la UNICEF, por su documental “Yo soy tumbero”.


Entre maletas y apremios, Bilko accedió a conversar con Cuban Art News sobre el videoclip cubano, un fenómeno cultural aún no suficientemente reconocido en el mundo.


¿Cómo funciona, de manera general, la producción de videoclips en Cuba?


Los músicos pueden encargar un videoclip de dos maneras: una, su disquera aporta el financiamiento o los propios músicos lo ponen. En la mayoría de los casos, ellos lo ponen todo, porque cuando las empresas dan dinero, casi nunca ponen el suficiente. Los directores estamos representados por la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, y a través de esta trabajamos. Además, contamos con nuestro propio equipamiento, de mayor cantidad y calidad que cualquier productora estatal cubana. El mercado del videoclip cubano es un mercado que funciona de modo autónomo, no depende de las productoras de audiovisuales estatales, aunque utiliza mucho personal que trabaja o ha trabajado con y para algunas de ellas.


Cuando se trata de artistas extranjeros la diferencia en los presupuestos es notable. Su nivel adquisitivo es mucho mayor. Un videoclip de 30 mil a 50 mil dólares es un clip de un presupuesto modesto para ellos. Para los músicos cubanos, esa cifra es impensable.




Link:http://www.youtube.com/watch?v=gFpYl6vKq00&feature=related


¿Qué diferencias encuentras entre el videoclip cubano y el extranjero?


El presupuesto es lo que marca la gran diferencia. Si nosotros filmamos en video, ellos filman en cine. Y si ellos filman en video, filman con cámaras superiores a las nuestras. Las producciones son mucho más grandes.


¿Por qué no se difunde más en el mundo el videoclip cubano, considerando su alta calidad artística en general?


Si no hay un mercado real, si no estás insertado en el mercado real latinoamericano, primero, no puedes insertarte después, ni en el norteamericano, ni en el europeo. Además, todas las grandes cadenas de televisión del mundo exigen que los videoclips cumplan con algunos parámetros para ser aceptados. Nosotros trabajamos muchas veces, aunque no siempre, con cámaras que no tienen toda la calidad requerida.


Afuera hay un mercado real de la música, en Cuba no. Por ello, la función del clip en Cuba es diferente. Los directivos de los centros culturales nocturnos cubanos ven un buen videoclip de una banda, y la contratan. Y esa es la principal fuente de ingreso de ésta. Así, el disco no cumple casi ninguna función. Afuera se respeta el single. Este sale antes que el disco. Hay un proceso de marketing detrás de cada propuesta.


¿Cómo describes tu mundo creativo?


He tratado siempre de sacar todo lo bueno de lo malo; de ver la parte bonita en todo lo feo. Soy gran admirador del rock and roll, del rock duro como tal, en su más extrema vertiente. Me gusta mucho el jazz, pero considero que el rock es mi vida, y creo que de ahí viene un poco mi formación visual. Respeto mucho a la mujer y la ancianidad, porque fui criado por mujeres ancianas. Por eso es que normalmente trato de trabajar con personas mayores o con niños. 


Mucha gente me ha preguntado por qué siempre trato historias tan oscuras. Creo que en éstas, cuando se toca fondo, es cuando realmente sale lo mejor del ser humano. Me interesa esa parte, donde el ser humano se quiebra y se levanta, o se quiebra y se hunde.


¿Qué es lo más importante para ti a la hora de concebir un videoclip?


La historia que se cuenta. En el videoclip tienes que responder a exigencias del mercado, de las disqueras, de las personas que te contratan. Pero pienso que no hay divorcio entre el buen hacer, la buena idea y lo comercial. Eso sí, estas exigencias no pueden ir nunca en contra de lo que yo pienso, o de lo que yo defiendo estéticamente.


Para mí un buen videoclip es el que tenga una historia interesante que contar, o imágenes interesantes que mostrar; que mueva la fibra, sobre todas las cosas, que se sepa que hay arte detrás de eso; que quiera comunicar algo. Y por supuesto, que cumpla siempre con el objetivo publicitario, de vender una canción o pieza musical.




Link: http://www.youtube.com/watch?v=G5uHvwquOTs

Aun con tus preferencias, has trabajado casi todos los géneros musicales. Y el reguetón predomina en tu obra. 



En mi obra abunda mucho más el reguetón, POR DESGRACIA. Me gusta mucho más hacer videoclips de rock and roll, de rock en este caso, de jazz, de hip hop duro, agresivo; sobre todo de rock. Me gusta trabajar la buena música; la música inteligente. No obstante, todos los géneros los enfrento de la misma manera, con las mismas ganas. 


Sin duda, uno de los primeros videoclips de reguetón –no quiero pecar de inmodesto- que cumplió con los estándares internacionales de transmisión, sobre todo en la puesta en escena, lo hice para el tema “Pitchea, del grupo Eminencia Clásica. A partir de ahí, apareció una legión de músicos de reguetón, a los cuales agradezco –al reguetón no, a ellos- que me hayan llamado, porque muchos de ellos son buenos amigos.


Uno estudia, se supera y crece. Y como enseñan en las escuelas de cine, una idea no es una idea cinematográfica hasta tanto no sea una idea de producción, y entonces las ideas crecen, uno crece como persona y también crece su arte. Por ahí va la cosa.


Personalidades del audiovisual cubano, como el director de los Lucas, Orlando Cruzata, te consideran capaz de adentrarte de lleno en el largometraje de ficción. ¿Has pensado en esto? ¿Hacia dónde piensas dirigir tus pasos?


Voy definitivamente a la ficción. Tengo cuatro argumentos. No soy un gran aficionado al documental. Si lo tengo que hacer, lo hago. Respeto mucho a los documentalistas. Pero si Dios, la Virgen de la Caridad y Obbatalá me dan salud voy hacia la ficción de gran escala, como fotógrafo y como director, a corto y casi inmediato plazo.


Volveré siempre al videoclip, porque me gusta hacerlo. Me gusta la impronta, la velocidad, la adrenalina que se despliega en un set de filmación; las historias, que tienen que cumplir un objetivo bien marcado, rápido, conciso, sintético. Me gusta eso. Pero ya el videoclip no será la prioridad que fue durante algunos años en mi vida.


En los últimos tiempos has trabajado fuera de Cuba. ¿Qué has estado haciendo?


En Islas Caimán formé la empresa CAYPROFILMS, pero esta etapa ya terminó por situaciones personales. Estuve haciendo comerciales, videoclips y algunos proyectos de películas que creo que se van a dar pronto; estuve haciendo lo mismo, dirigiendo, fotografiando. Ahora me contrató en Jamaica una de las principales empresas audiovisuales FAREYE FILMS para trabajar durante unos meses junto a mi equipo cubano: para realizar trabajos publicitarios, videoclips, y dos proyectos de películas. 






Link: http://www.youtube.com/watch?v=qz_GQNXyb7o

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